Es crucial comenzar cualquier iniciativa de eficiencia energética en la oficina con un análisis detallado de los consumos y la situación energética actual. Identificar las zonas con mayores consumos y evaluar las mejoras potenciales es un paso fundamental. Además, es esencial verificar la efectividad de las medidas previas y asegurarse de que estén alineadas con los objetivos iniciales.

 

Consideraciones Clave:

Aprovechar la luz natural y la instalación de detectores de presencia son medidas complementarias que pueden mejorar significativamente la eficiencia energética en la oficina.

Diferenciar entre el consumo de calefacción y aire acondicionado es esencial. Se recomienda mantener una temperatura de 20-22 grados para la calefacción y de 24-25 grados para el aire acondicionado.

La iluminación constituye una parte significativa del consumo energético en las oficinas. Aprovechar la luz natural puede reducir la necesidad de luz artificial a lo largo del día.

Implementar una política de ‘luces apagadas’ al finalizar la jornada laboral puede generar ahorros notables. Concienciar a los colaboradores sobre la importancia de evitar el uso innecesario de iluminación y equipos contribuye a maximizar estos beneficios.

Imprimir únicamente la documentación esencial no solo ahorra energía eléctrica, sino que también promueve un comportamiento responsable en cuanto al consumo de recursos.

Impresión a Doble Cara (Duplex): Configurar las impresoras para imprimir automáticamente en ambos lados de la hoja reduce el consumo de papel y, por ende, la cantidad de energía necesaria para la producción de papel.

Política de Impresión Consciente: Establecer pautas claras sobre cuándo es apropiado imprimir documentos y cuándo se pueden utilizar formatos digitales fomenta una cultura consciente en la oficina. Animar a los empleados a revisar documentos en pantalla antes de imprimir contribuye a evitar impresiones innecesarias.

 

Establecer políticas concretas, como la ‘luces apagadas’, y fomentar la conciencia sobre la importancia de reducir el consumo innecesario son estrategias efectivas para mejorar la eficiencia energética en el entorno laboral. Al implementar estas medidas, no solo se logra un ahorro tangible de energía, sino que también se contribuye a la construcción de una cultura corporativa sostenible y eco-amigable.